¿ Quien es José Javier Sánchez ?

18 noviembre, 2010

José Javier Sánchez

Para conocer de la vida de Javier Sanchez haga click en la foto o bien pinche aquí


La expresión del arte moderno en Nicaragua por Alejandro Aróstegui

1 septiembre, 2010

Alejandro Aróstegui

En las pinturas de José Javier Sánchez se siente la voluntad firme de expresar sus orígenes ancestrales americanos; el rechazo a las soluciones estéticas occidentales que conoció y estudió en sus viajes y estadías por América y especialmente Europa.

Se da en Javier el mismo fenómeno experimentado frecuentemente por otros artistas que llegan a Europa a conocer lo mejor del arte occidental para después descubrir y sentir la necesidad de reafirmar sus orígenes culturales.

Los cambios en su obra, esta última década, han sido más formales que conceptuales, siendo su temática y colorido lo que más la caracteriza. Es notoria la influencia del arte primitivo americano: figuras humanas, deidades, ídolos, fauna y flora, todo entrelazado en una jungla de líneas, franjas, fondos y formas de colores arcillosos, rojizos y negros, que recuerdan el rojo Tagüe y otros colores usados en las cerámicas precolombinas nicaragüenses.

Sus complejas composiciones aparentemente estáticas por el delineamiento de sus formas y figuras, adquieren un movimiento de contrapunto (frontal y de fondo) que hace pensar en carnavales tropicales de máscaras y disfraces. Ritos salvajes llenos de magia y misterio: una penumbra de mitos y temores.

En sus pinturas más recientes el delineamiento oscuro tiende a dar paso a cambios tonales y hay más modelado en sus volúmenes. El carácter mismo de sus composiciones prolongadas y continuas nos hace pensar en la posibilidad muralista monumental de su obra.

Javier Sánchez, pintor serio y tenaz, ha logrado desarrollar un lenguaje estético propio y reconocible, rico en posibilidades y recursos que le permiten, dentro de su estilo, una mayor movilidad y renovación creativa.

Publicado en «El Nuevo Diario«


El dualismo trágico de Javier Sánchez por Alvaro Urtecho

1 septiembre, 2010

Alvaro Urtecho

La propuesta estética de Javier Sánchez (1951) se inscribe en el contexto de una búsqueda de las raíces americanas soterradas: el mundo indígena prehispánico confrontado dramáticamente con la Conquista.

Una Edad auroral y mítica sorprendida súbitamente por el horror de un Logos y una cultura imperialista

que, con todo el engranaje maléfico de sus técnicas y sus códigos triunfalistas, no pudo borrar del todo los mitos y las construcciones simbólicas de ese mundo.

Octavio Paz decía, en uno de sus textos, que los europeos en Norteamérica habían protagonizado un genocidio, y en Mesoamérica, una tragedia.

Esa es la palabra en la que pienso cuando contemplo la obra pictórica de Javier Sánchez, consistente en cuadros de gran formato que revelan una vocación de muralista. Cuadros de intensa textura oscura, terrosa, ocre, que nos hacen imaginar lo que fue la Noche Triste de la Conquista, el encuentro violento de dos mundos, lo cual suponía una auténtica tragedia: un mundo que sucumbe ante la imposición de una técnica superior, pero que insiste en mostrar y expresar su rostro sangrante, oculto, verdadero. Un mundo que acepta la conquista, y posteriormente la Colonia, pero que no ceja en actualizar y reactualizar el de sus máscaras insondables: máscaras superpuestas, máscaras que atestiguan el dualismo que obsesiona a este gran artista que ha estudiado el arte moderno occidental en diferentes metrópolis europeas y norteamericanas, mostrando siempre una fidelidad imperturbable a las raíces mesoamericanas, tal como lo han mostrado Leoncio Sáenz o el primer Genaro Lugo (el de las celebraciones raciales).

Sabemos que en el arte y la cultura indígenas (tanto en la plástica como en la literatura) está presente el dualismo de Bien y Mal, dios y demonio, ser y no ser. Este dualismo conforme el eje conceptual de la pintura de Sánchez, según él mismo lo expresa: «Entre otras manifestaciones artísticas, las fuerzas del Bien y el Mal eran representadas por nuestros ancestros en coloquios teatrales celebrados en las pirámides, lo que me ha servido para inspirarme en una obra que simboliza la continua lucha de ser humano entre los dos elementos primordiales de su naturaleza…»

En algunos de sus trípticos podemos observar este dualismo trágico, presente en algunas zonas de la poesía nicaragüense, como El jaguar y la Luna, de Pablo Antonio Cuadra. Un contrapunto de animales, fauces, calaveras, máscaras, rostros, deidades, instrumentos musicales, objetos simbólicos que se entrelazan e interpenetran a través de una ejecución rítmica obscuramente sensual: espirales y círculos de gran espesor cromático que dinamizan las formas estáticas de su supuesto «muralismo». Como dice Alejandro Aróstegui: «ritos salvajes llenos de magia y misterio, una penumbre de mitos y temores». Desde otro ángulo, Ivan Uriarte afirma que sus trípticos «no son una propuesta simplemente evocativa y nostálgico sino quecodifican un complejo discurso expresado a través de la dispersión y destrucción del mundo indígena del que sólo quedan fragmentos difíciles de armar e imbricados constantemente en una geometría elíptica estructurante».

En su reciente fasecreadora se han acentuado los valores cromáticos, iluminándose más los volúmenes, alejándose del tenebrismo inicial.

El ritmo ha adquirido una mayor libertad con tonos más encendidos. Algunas de sus obras («Coloquio», por ejemplo) muestran un dibujo más ingenuo,  menos estático, con aproximaciones a lo festivo o a lo naif.

En los procedimientos compositivos de Javier Sánchez están presentes también las figuraciones de la estatuaria y la cerámica indígenas con sus trazos sobrios y su espíritu religioso. Sacralidad, fiesta colectiva, afirmación sensual de la raza, triunfo de la naturaleza viva y de Quetzalcoatl («Despertar en la selva»), centinela en la hora trágica de la confrontación, monumentalidad y animismo, todo esto vibra en la espátula descifradora y mágica de Sánchez.

* Artículo publicado en «Cuadernos de la Plástica Nicaragüense N° 4»

** Publicado en «Electro shock»


Pinturas

13 agosto, 2010

El pase de diapositivas requiere JavaScript.